Mesas bien vestidas elegantes, lo último en mantelerías para bodas

En plena temporada de bodas, muchas parejas están ultimando hasta el más mínimo detalle para que este día tan especial sea perfecto. Todo cuenta, pero las mantelerías se han convertido en uno de los elementos clave en la decoración de estos eventos y permiten jugar con el resto de artículos tanto en texturas como en colores.

El buen tiempo acompaña y la mayoría de celebraciones tiene lugar al aire libre, un entorno amplio en el que vestir la mesa de modo adecuado resulta básico. Así pues, las tendencias marcan mesas muy vestidas y elegantes en las que se incorporan todos los artículos, como el propio mantel, el cubremantel y las servilletas. Un estilo que luce en eventos tan importantes por su glamour.

Como los diseños están siendo más protagonistas que nunca en los manteles, se puede apostar por un cubremantel liso de la misma gama cromática para que contraste con el primero y haya dinamismo en las mesas. Respecto a los colores, los tonos grises y beige reinan durante esta primavera verano, ideales para un espacio abierto y para combinar con el resto de elementos de la mesa (vajillas, cuberterías, flores, etc.). Los tonos pasteles son, por tanto, una opción acertada, ya que aportan luminosidad y ayudan a destacar el resto de la decoración.

Una mantelería de lino también supone un valor añadido para las bodas que se celebran en el exterior. Además de delicadeza y calidad, proporciona un toque de frescura para el calor que está por llegar, y los colores pastel combinan perfectamente con este tipo de tejidos, expresando así buen gusto y exquisitez.

Para vestir correctamente una mesa elegante, el mantel alcanza el suelo, sin rozarlo, y cubriendo toda la mesa. Mientras, el cubremantel ocupa la superficie total de la mesa y cuelga entre un cuarto y un tercio de la distancia total del borde y hasta el piso. De esta manera, quedará una mesa perfecta.