Adiós a la moda de las mesas sin mantel

Resuinsa, empresa líder en I+D+i en el sector hospitality, ha participado recientemente en un estudio que señala que comer sin mantel de tela multiplica por 37 la presencia de bacterias en la mesa y que los fabricados en PVC aglutinan hasta cuatro veces más microorganismos que los de tela. Resuinsa valora como “totalmente positivo este informe para el sector, dado que desde nuestra filosofía de continua apuesta por la innovación e investigación, estas cifras aportan datos fiables y prácticos sobre el uso de los textiles en la mesa”. “Este estudio se realizó contando con mantelería de tela Resuinsa, pues somos los primeros interesados en servir a los profesionales información contrastada por especialistas en cada materia”, apuntan.

Este trabajo de investigación que pone el foco en la higiene contrasta con la moda que se ha venido dando en los últimos años en España de servir las mesas en restaurantes sin mantel. Se trata de una situación, que “no se ha producido en otros países de larga tradición culinaria, como Italia o Francia”, según señala el director general del Resuinsa, Félix Martí.

La pregunta es: ¿vale la pena seguir ciertas tendencias sabiendo que podemos llegar a estar facilitando el aumento de bacterias en la mesa de nuestro establecimiento? Martí sin embargo, destaca que “los restaurante españoles están dejando ya esa moda y volviendo al textil para ofrecer calidad y confort. Nosotros lo hemos detectado en las peticiones que nos realizan los profesionales”. Así, desde Resuinsa, indican que en la hostelería de nuevo se pone en valor el textil para las mesas, como sinónimo de calidad, sea con un mantel completo, mantel individual o un camino de mesa. “El uso de textiles dependerá de la propuesta gastronómica del establecimiento y del ambiente que se quiera diseñar. Así, según el tipo de restaurante, se vestirán las mesas con mantel, con cubre y mantel, con un camino de mesa o con un sencillo mantel individual”, apuntan desde la compañía. Como destacan, “todos los textiles tienen en común la virtud de que aportan confort, diseño y calidad al establecimiento, jugando con los colores y texturas; siempre teniendo en cuenta la decoración en función de las tendencias del momento”.

 

“Dejando de lado modas estéticas, el uso de la mantelería está ligado a nuestra cultura del mise en place, al cuidado estético de la sala, pues un mantel de tela apropiado puede ser el centro de una propuesta de interiorismo, o acompañar cualquier ambiente que un restaurador quiera trasladar al cliente. Cada decoración merece un mantel. Solo hay que pensar que en cuanto una persona se sienta en un salón, lo primero que le entra por los ojos y por el tacto es la mesa, y si está vestida puede trasladar muchos valores estéticos y de comodidad”, explica Martí. A ello añade que “como refleja este estudio en el que se emplearon nuestros productos, no se trata solo de una cuestión de imagen, sino que se confirman sus beneficios higiénicos”.

Para Martín Berasategui es “sinónimo de calidad y elegancia”
Si hay alguien que puede hablar en el caso de la restauración del uso de la mantelería, ese es Martín Berasategui, chef con 8 estrellas Michelin que sigue vistiendo las mesas en la gran mayoría de sus restaurantes. “El mantel parece una pieza más de la mesa, pero para mí sigue siendo sinónimo de calidad y elegancia”, explica Berasategui. “En cualquier hogar de España se come con mantel, así que cocina casera de calidad, materia prima, y mantelería son inseparables. Además, no hay nada como una mesa vestida con un mantel de máxima calidad, que transmita confort, calidad…, yo creo que al mantel nunca se dejará de emplear”, resalta el chef.

Al respecto del valor que tiene la mantelería en la restauración, desde la Asociación Española de Gobernantas de Hotel y Otras Entidades (ASEGO), su presidenta Lorena Moreno asegura que “antes de que los platos se pongan en la mesa, los comensales ya saben mucho del lugar. La decoración en general, la uniformidad y aspecto de los camareros pero en especial los manteles o su ausencia habrán orientado las expectativas gastronómicas desde el primer momento”. “Creo que cada espacio gastronómico requiere un tipo de mantelería y servilleta, que aporte un valor añadido a la experiencia gastronómica”, añade Moreno. Asimismo, apunta que “a pesar de que a muchos clientes les haga sufrir por miedo a mancharlo, la mantelería blanca para nuestro departamento es el color que más nos ayuda para el desmanchado”.