27 Abr Investigación para la resistencia de los textiles en los lavados industriales
Los textiles para hoteles y restaurantes deben tener una característica especial, que les distingue del resto: la resistencia a los lavados industriales a los que son sometidos. Las duras condiciones de este proceso hace necesario que las empresas fabriquen prendas con altos estándares de calidad, sujetas a numerosas pruebas y apostando por la investigación. Para demostrarlo, se debe contar con un certificado que garantice la resistencia del tejido, que debe mantener sus cualidades a lo largo del tiempo.
Basado en la norma UNE-EN ISO 15797:2004 e imprescindible para trabajar esta materia, fue obtenido por Resuinsa en 2014. Para ello, los tejidos deben ser resistentes a productos utilizados como el detergente sin blanco óptico y el uso de agua oxigenada como agente blanqueante. Los artículos soportan lavados a 75º C de temperatura y, además, se someten a diversos procesos de secado y planchado.
Cuando el textil supera este riguroso examen, se logra un certificado oficial que avala criterios de calidad como la resistencia a la tracción, la masa laminar, la capacidad de absorción y el grado de polimerización (GDP). En este sentido, Resuinsa fue y sigue siendo la primera empresa en el mundo que consiguió dicha certificación, emitida por un instituto tecnológico independiente, de manera que se adelantó a las necesidades del sector y se situó a la vanguardia de la inversión en I+D+i.
Productos ignífugos y lavados industriales
Las fibras pueden ser naturales o sintéticas, siendo estas últimas susceptibles de ser ignifugadas en origen, antes de que se construya el tejido, por lo que cumple su función de ignifugado de forma permanente. Sin embargo, las fibras naturales no pueden ser ignifugadas en origen como las sintéticas y sólo se les puede dar un acabado ignífugo al tejido. Por eso, a día de hoy no existe en el mercado ninguna sábana de algodón 100% ignífuga que no sea por acabado pero por un tiempo limitado desaparece tras 10 lavados industriales.
Por su parte, el cliente debe realizar un exhaustivo control en sus procesos, con el fin de poder retirar estas prendas cuando ya no cumplan con su objetivo. También debe tener en cuenta una cuestión muy importante: si los otros elementos de una cama, como la colcha o la almohada, no son ignífugos, no sirve de nada tener unas sábanas con esta particularidad. La cama debe aunar todos los productos que posean esta característica y, además, que se mantengan lavado tras lavado hasta que la pierdan.
En el caso de Resuinsa, los artículos ignífugos se llevan ofreciendo durante muchos años, desde sábanas, hasta almohadas, protectores, colchas o mantas. Su inversión en I+D+i es uno de sus sellos inconfundibles, siendo pionera en este tipo de productos, fabricados con fibra ignífuga porque, de la otra manera, no serían resistentes a los lavados industriales. De hecho, hoy en día se está investigando sobre este asunto para conseguir modificar las fibras naturales molecularmente para que sea “ignífugo de origen”, como se hace con las fibras sintéticas.
En definitiva, es fundamental apostar por aquellas empresas que invierten en un I+D+i real y que, como en el caso de Resuinsa, cuenta con el sello de Pyme Innovadora. Un certificado que otorga el Ministerio de Economía y Competitividad a las compañías que realmente desarrollan proyectos de innovación como un elemento esencial para el crecimiento económico del país. Una de las innovaciones más relevantes en esta materia que Resuinsa ha aportado al sector ha sido la resistencia de los textiles al lavado industrial.