Sacos de protección para mantas, almohadas, cuadrantes y nórdicos

El principal objetivo de Resuinsa es ayudar al hotelero en el cumplimiento de los protocolos indicados para una reapertura segura, pero sin olvidar que el huésped en su estancia debe de vivir una experiencia inolvi­dable, en un entorno higiénico pero agradable. Uno de los puntos de la checklist realizada por ITH (Instituto Tecnológico Hotelero) y CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos turísticos) es la necesidad de proteger en la habitación artículos como almohadas y mantas. ¿Quieres saber cómo conseguirlo?

Con la finalidad de guardar en el armario de una manera segura almohadas, cuadrantes, mantas incluso nórdicos, en Resuinsa dispo­nemos de unos sacos de protección higiénicos fabricados con el tejido innovador desarrollado por nuestro Departamento de I+D+i. Un tejido antibacteriano con propiedades virucidas mediante la tecnología de los iones de plata, tanto en algodón 100% como en poliéster 100%. También hemos desarrollado para la fabricación de estos artículos un  tejido barrera de poliés­ter 100%

Si hay elementos, como por ejemplo el nórdico, que van a ser guardados hasta la siguiente temporada recomendamos siempre seguir la regla LGA: Lavar-guardar-almacenar. Para ello aconsejamos utilizar los mismos sacos de protección comentados o elegir entre nuestras bolsas de polipropileno blancas o las fundas transparentes que llevan cierre con cremallera y asa, cumpliendo también la función de pro­tección de estos elementos.

Los textiles siempre deben ser lavados antes de guardarse, incluso si en apariencia se ven limpios. El riesgo de no hacerlo es encontrarse a la vuelta el producto amarilleado o con manchas. Además, en el caso de guardar el género dentro de un almacén, que en la mayoría de las ocasiones en los hoteles suele estar en el sótano, es primordial lavarlos, guardarlos en la funda adecuada y proceder a su almacenamiento. De esta forma, con las fundas de protección se evitará la formación de moho. Los altos niveles de humedad y temperatura llevan consigo daños en las prendas almacenadas, provocando pérdida de fortaleza de las fibras. La mejor prevención para la conservación de estos textiles es la protección.